"…Marino le había dedicado los
poemas más ardientes a Wayta Apu (la flor del cerro): 'el amor que hiciste
crecer en mí, fue capaz de borrar todo lo que yo viví; curó las heridas que
amores pasados habían dejado; abrió las puertas para que yo te dé un amor puro
y sincero. Tu amor es la 'locomotora' que transporta la 'caña' de mi pasión”.
Pasión andina II.